Los distintos tipos de armaduras se diferenciarán también por sus MATERIALES O COMPONENTES. En general las armaduras se reservaban y solo se vestían para combatir. Durante los viajes no se porta armadura pues cansa mucho más y ocasionarían rozaduras o heridas durante una marcha o cabalgada larga. Solo las armaduras ligeras y flexibles se podrán llevar durante el viaje sin causar fatiga.
Guardas, gambesón o acolchado. Aketón. Subarmalis romano.
Prenda de varias capas de tela recia rellenas de material de acolchado. Se usa como protección bajo otras armaduras para evitar rozaduras de la misma o como armadura muy ligera. Barata según el material empleado. El modelo más elemental de armadura es la túnica gruesa y sería equivalente. Mantenimiento fácil aunque puede albergar parásitos, mal olor, etc. Sensible a la humedad. Sufre desgaste por el uso y es sensible a los combates (cuando está expuesta directamente sufre doble daño por críticos). Da protección frente a bajas temperaturas y puede ser molesta en climas cálidos por lo que también se hacían guardas de otros materiales como el cuero fino. Hay cofias para la cabeza, chalecos y la prenda completa que cubre torso y brazos se denomina gambesón completo, llegando algunos a cubrir los muslos. Hay perneras para usar bajo armaduras duras en las piernas. Permite apilar otras armaduras, para lo cual pueden presentar incluso correajes y puntos de anclaje de esas piezas superpuestas. Algunos tipos de gladiadores estaban defendidos en algunas partes del cuerpo solo con este tipo de armadura ligera (perneras de los hoplomachus, reforzadas en los murmillo). Anteriormente se empleó de forma similar el linotórax, un tipo de peto de múltiples capas de lino, posiblemente adheridas en algunos puntos con algún tipo de pegamento orgánico (queratina de pezuñas, resinas vegetales, …) cuyo empleo estuvo ligado a diferentes campañas según las condiciones climáticas y necesidades logísticas. Se especula con que se hiciese en otros materiales o que sirviese para sujetar otras piezas de armadura. En otras épocas y latitudes otros pueblos usaron otras fibras vegetales para obtener el mismo resultado, siendo el escaupil o ichcahuipilli mesoamericano un peto de algodón trenzado con fibras de maguey y tratado con salmuera. Su efectividad contra las flechas hizo que incluso los conquistadores los adoptasen en ocasiones.
Cuero blando.
Prendas de cuero curtido, flexible y que ofrece protección ligera. Mantenimiento relativamente fácil para mantener en estado óptimo, resistente al desgaste. Leve protección frente a temperaturas. Ideal para llevar en climas cálidos frente a otras alternativas más calurosas, llegando en esas zonas a confeccionarse con tiras entrelazadas de cuero para conseguir mayor ventilación. Se pueden confeccionar todo tipo de prendas: capacetes y yelmos, justillos para el torso, chaquetas, chaquetones, brazales, musleras y grebas. Permite apilar otras armaduras.
Cuero blando tachonado.
Como el anterior pero con refuerzos de remaches de metal que ofrecen algo más de protección frente a ataques penetrantes. Mismas prendas con algunas especiales como el balteus romano, cinto de tiras de cuero con piezas de metal que protege la zona inguinal con libertad de movimiento. No se recomienda apilar otras armaduras sobre esta.
Bárbara o de pieles.
Prendas de pieles usadas por tribus bárbaras. Sobre una base cuero fino o tela recia se cosen pieles de animales. Requiere un mantenimiento un poco más dedicado pues es fácil que albergue parásitos, mal olor, etc. Buena protección frente a bajas temperaturas e inclemencias como lluvia o nieve, pero puede estropearse si no se le cuida en esas situaciones. Muy incómoda en climas cálidos, afectando a la resistencia. Se confecciona para torso y sombreros que actúan como cascos. Un ejemplo sería la galea lupina hecha de piel de lobo que usaban algunas tropas romanas como los vélites y augures. Dejan las extremidades libres para poder moverse y combatir con más soltura. No se recomienda apilar otras armaduras sobre esta (ya es un dos piezas).
Cuero endurecido, coraza de cuero. Cuir bouilli.
Piezas de armadura (así como otros útiles: cofres, estuches, portalibros, etc). El cuero se somete una inmersión controlada en agua muy caliente (pero no hirviente) hasta que consigue una consistencia endurecida o bien se le somete a procesos de curtido especial (ceras, aceites, engrudos) pudiendo ser compatibles técnicas sucesivas. Según la materia prima, (grosor, especie animal, etc) y las técnicas se puede conseguir distintas calidades, tomando las reglas estandarizadas para un tipo normal. Mantenimiento según acabado final. Es más ligero que el metal, da cierta protección contra cortes y buena contra los golpes. Se confeccionan torso, cascos, brazales, musleras y grebas.
Cota de escamas. Lorica squamata romana.
Se cosen pequeñas placas (escamas) de material duro a una prenda de tela recia o cuero blando, superpuestas las de arriba sobre las de abajo. En distintas épocas y lugares se usaron distintos materiales para las escamas: bronce, hierro, semillas, madera, hueso (de ballena por ejemplo), cuero, cuero endurecido, cuerno, etc. Constituye un tipo de cuero reforzado con metal muy temprano en la historia, siendo las primeras referencias que se tienen provienen de armaduras que portaban los faraones egipcios cuando iban a la guerra, hechas de piel de cocodrilo cubierto de escamas de bronce junto con la corona de guerra azul, el Jepresh. En la época romana la lorica squamata estaba reservada a caballería (equites) y centuriones (oficiales) aunque también par músicos y la llamada plumata sería una versión exclusiva para altos rangos por su elevado coste de producción. También la usaban algunos tipos de gladiadores (eques, scissor y sagittarius).
Ofrece una buena protección a cambio de una cierta restricción de movilidad pero requiere un mantenimiento dedicado.
Se confeccionaban para torso, cabeza, brazos, incluso guanteletes.
Ofrece mejor protección contra perforación que las cotas de mallas estándard cuando la placa es de suficiente grosor, aunque sea más débil que esta frente a otros ataques.
Armadura de laminillas o lamelar.
Se trata de pequeñas piezas cosidas entre sí, sin necesidad de una base de tela o cuero. Pueden ser de metal o cuero que se podía endurecer por curtido o incluso laqueado. Típica de oriente (Europa del Este, Oriente Medio y resto de Asia, con especial uso en Japón). Desplazó a otras armaduras de escamas por ser más cómodas de usar, mejor ventilada, etc. Algunas disponían las láminas invertidas a las cotas de escamas (la inferior descansa sobre la superior).
Cota de mallas de anillas (con guardas).
Se atribuye su desarrollo a las tribus celtas del s. V a.C. y fue ampliamente utilizada durante largos periodos de tiempo intermitentes, siendo la dominante durante la mayor parte del medievo. En Roma se denominaba Lorica hamata romana, siendo cara de producir se reservaba a oficiales y legionarios con mayor poder económico, propia del fin de la república aunque presente desde mucho antes. Se extendió su uso en algunos momentos. Tuvo que ser sustituida al enfrentarla a los arcos compuestos partos que la atravesaban.
Son anillos de metal entrelazados que resisten las armas cortantes y según la construcción las penetrantes. Distintos calibres de alambre, distintos tipos de anillo y distintos modos de entrelazado que establecen distintas categorías, ligera o pesada. Distintas longitudes, con o sin mangas: camisotes o haubergón solo en torso también llamada de infante; lorigón o hauberk cubre torso, brazos y hasta muslos, también lalamda de caballero. De 10 a 30 kilos según todo ello. Se suele usar sobre guardas para que el metal no cause roces con el simple movimiento. Era frecuente usar bajo cascos y otras piezas de armaduras de placas (ver más adelante).
Cuero reforzado con metal. Brigantina.
Piezas de armadura en los que una prenda de capas de tela fuerte o cuero blando la cual alberga lamas de metal en su interior e incluye un acolchado. Su mantenimiento presenta los inconvenientes del metal por su oxidación y de la prenda que puede albergar parásitos o deteriorarse. En climas cálidos el sudor mantenido corroe el metal que es inaccesible. Protección moderada frente a temperaturas. La brigantina o jaco lorigado es una chaqueta o chaquetón de tela fuerte de este tipo y en general protegía torso y brazos y a veces parte alta de muslos, fabricándose tanto en lona, lienzo, seda como cuero fino. Una precursora se denominó jacerina. También se confeccionan chalecos y se pueden hacer cascos de cuero y metal, brazales, musleras y grebas. Es una evolución de ciertos tipos de armaduras de placas segmentadas que buscan un buen balance entre movilidad y protección de las láminas de metal. Al estar expuesta la capa de tejido, sufre el doble frente a críticos por lo que requiere reparación frecuentevar.
Cota de mallas reforzada con placas (con guardas).
Sobre una cota de malla se aplican placas de metal en las zonas más nobles, con diferentes tamaños.
Durante la época romana las tropas de primera línea portaban estas placas y solo si podían permitirse añadían la cota de malla debajo. Durante el medievo la evolución fue al contrario, a partir del uso de coseletes de material flexible como podía ser la cota de anillas o escamas, se reforzó las zonas centrales del pecho con placas de metal adicional a partir del 1300 o mediados de ese siglo y se acabó en el siguiente paso.
Placas (con guardas). Lorica segmentata romana.
La lórica segmentata se componía de láminas de metal superpuestas, ofrecía una mayor protección que la lorica hamata con menor peso, pero requiere un mantenimiento más frecuente y necesitando un taller especializado con múltiples piezas de metal y enganches. En climas húmedos y calurosos la corrosión por sudor la hacía inviable. No se fabricaba más que para torso y hombros y dejaba las piernas sin proteger. Requiere de ayuda para su colocación. Era de uso entre los legionarios pero limitada a ciertas zonas fronterizas europeas: Britania, Germanias, Dacia, norte de Hispania y su implantación está descrita históricamente a necesidades especiales según el armamento enemigo (falcatas, romphaias, hachas germánicas, etc). Peso de un peto con hombreras 11 kg en acero de 1,3mm, entre 6 y 9 kilos sin aquellas. Un tipo especial sería la manica o lórica manicae, que se utilizaba en el brazo del arma tanto primero por gladiadores (crupelarius, hoplomachus, murmillo, provocator) como después por legionarios de algunas épocas (introducida por Trajano para contrarrestar la falx dacia). Son de hierro, acero o aleación de cobre (bronce) y de láminas superpuestas.
En el medievo de nuevo se retomó este tipo de armaduras de segmentos de placas a partir de sobreponer láminas a los coseletes ligeros de malla, escamas o cuero tachonado, siendo un tipo de coseletes de transición de malla y placas a lo largo del s.XIV. En el siglo siguiente se desarrollaron distintas formas de placas segmentadas y articuladas (ver brigantinas, jacerinas) y por otra parte distintos tipos de petos algunos destinados para los abordajes marítimos o bien petos rígidos que dieron lugar posteriormente a las corazas góticas más tardías de s.XV tardío y sXVI que serían el culmen de las corazas.
Coraza (con guardas).
Los griegos desarrollaron las primeras corazas conocidas, en bronce, si bien la infantería pesada rara vez las usaba y preferían defenderse con sus grandes escudos por su excesivo peso y pérdida de movilidad, llegando a extremos alarmantes. La única coraza conocida de la antigüedad capaz de soportar la onda de choque de un arma de asedio como un escorpión estaba hecha en hierro y pesaba 20 kg (hecha por Zoilo de Chipre a Demetrio Poliorcetes de Macedonia “el asediador de ciudades”). Esto nos ilustra el amplio rango de grosores y pesos que se podrían encontrar. Posteriormente los romanos rescataron su uso como Lorica musculata, hecha de bronce, con claro uso decorativo y por ello fabricadas en bronce, reservada para aquellos más pudientes y de imitación del estilo griego.
En la época medieval son propias de la Baja Edad Media, en distintas formas y evoluciones. Las piezas más resistentes se limitaban al torso y la cabeza, dejando el resto de piezas a la que denominamos como armadura de placas de la categoría anterior. En acero actual de 1 mm de grosor un peto pesa unos 5 kg. Aquí dejamos abierta la puerta a un capítulo especial que serían las aleaciones de acero y su repercusión en los grosores de las armaduras.