domingo, 1 de marzo de 2009

CAMPAÑA POST-AP 2

Fatigados aunque satisfechos de vuestra actuación, terminais rindiendoos ante el sueño. Os acomodais en la casa que os asignaron, un poco apartada al final de la calle.
Sin embargo, para algunos es un sueño poblado de extrañas criaturas malvadas que acechan en estrechos cubiculos fungoides. Y para algunas, es aún peor. Se convierte en una continuación de la pesadilla sufrida, sueños líquidos de borboteante verde y escuálidas manos de dedos alargados que se abalanzan sobre vosotras para continuar sus repugnantes experimentos.
La guardia de McTuerzo al menos os permite dormir vuestros agitados sueños acunados por la música amortiguada de la fiesta que tiene lugar al final de la calle.

Hasta que de repente, el escaso descanso estalla en un estruendo. Precedido solo por un extraño zumbido del que solo Mac es testigo. Os despierta alarmado y se dispone a salir cuando otro zumbido y el estruendo siguiente os sacude a todos de vuestros restos de somnolencia. Esta vez ha sonado más cerca. La calle está en llamas y algunas de las casas han sido volatilizadas en un destello verde que se cuela por la rendijas de las ventanas tapiadas. Gritos ahogados de pánico y horror llegan atenuados hasta la casa en que os alojais. Afortunadamente para vosotros es la más alejada del barrio, porque un enorme objeto está suspendido sobre los restos de la fiesta vecinal. Unos hilos de luz procedentes de la sombra que cubre la plaza tantean los restos de la fiesta y las casas circundantes. Halos aparentemente erráticos en una danza sedienta de sangre y destrucción. Cuando uno de ellos se fija en algún punto de las ruinas, el zumbido y una relampagueante columna de luz verde destruyen el lugar apuntado y poco a poco van acallando los ruidos. Una por una todas las casas anteriormente habitadas son borradas de la superficie y la plaza es limpiada de toda forma de vida. El ataque a penas ha durado unos segundos y donde antes había una fiesta, solo queda el chasquido de las llamas y crujidos de los derrumbamientos. El incendio siguiente se extiende lenta pero inexorablemente hacia vuestra casa... La sombra que ocultó por un momento las estrellas ha desaparecido de forma tan misteriosa como apareció.