A efectos prácticos toca centrarnos en los arcos que podamos encontrar en la Tierra Media, con el referente de realidad histórica que hemos visto en las tres entregas anteriores.
Tolkien Puro: Silmarillion y Tierra
Media.
Las referencias literarias a los arcos
son bastante pobres para caracterizarlos. Los arcos son comunes entre
los guerreros, pero no son detallados la mayoría de las veces. Según
la Edad podemos encontrar varias menciones.
EDADES DE LOS ÁRBOLES.
Oromë, el gran Cazador, suministró a los elfos
instrumentos para ayudarles en la protección de sus huestes de las
criaturas de Mordor. En Valinor se usaban espadas, lanzas y arcos.
Melkor les aconsejó portar armas. Los elfos teleri de Alqualondë no
tenían otras armas que unos arcos delgados o planos.
PRIMERA EDAD DEL SOL.
Durante esta Edad los elfos usan frecuentemente
dardos y jabalinas contra sus enemigos, tanto o más que arcos.
Los elfos noldor guardianes de la Quinta Puerta de
Gondolín, la de Plata, son arqueros, armados en las armerías de
Turgon.
En Doriath Beleg Arcofirme era el jefe de centinelas
de Thingol quien tenía un gran arco de tejo negro llamado
Belthronding.
Tuor cumplió quince años
y fue hábil en el manejo de las armas, el hacha y el arco de los
Elfos Grises.
En Nargothrond
deambulaban en secreto arqueros de gran habilidad, las flechas
llegaban seguras a destino y eran mortales
para los intrusos en su bosque. Se les conoce por su estilo de lucha
de guerrillas de emboscada y flecha.
Tal
vez sea ya de esta Edad el origen de la gran reputación como
arqueros de los elfos.
Los
orcos de las huestes de Melko, por su parte, usan arcos de cuerno.
SEGUNDA EDAD.
Los Numenoreanos destacan porque en vez
de portar espadas, tienen armas para el deporte y el pasatiempo:
hachas, lanzas y arcos para tirar a pie y a caballo. Con las guerras
posteriores sus arcos fueron los más temidos: 'Los
Hombres del Mar', esto fue dicho, 'envían antes de ellos una gran
nube, como una lluvia envuelta en serpentines, o un granizo negro
volcado con acero'; y en aquel tiempo las grandes cohortes de los
Arqueros del Rey usaron de acero hueco con flechas de plumas de un
ana de largo, negras llenas de muchos puntos para hacer una muesca.
Por
su parte los orcos lanzaban también nubes de flechas, pero no
hacían mella en las armaduras de los hombres aunque finalmente a
Isildur lo mata una de estas flechas.
TERCERA
EDAD.
Thorin
usa un arco de hueso para amedrentar a un heraldo de los hombres con
una flecha que se clava en el escudo de este. Antes en el bosque
negro, en cuanto llegaron a tierra preparó su arco y puso una
flecha.
Los
Elfos del Bosque Negro, usan en sus patrullas arcos y lanzas, con
extrema precisión en sus flechas. Destaca Légolas con su vista más
aguda que el resto de los elfos que de por sí tienen una vista
excelente, hace su arco mortífero para los orcos y para el resto de
sus enemigos. A su partida de Lórien recibió un arco como los que
usan los Galadrim, más largo y fuerte que los arcos del Bosque Negro
y la cuerda era de cabellos élficos. En el Abismo de Helm deseó que
hubiera un centener de arqueros del Bosque Negro, que en la versión
cinematográfica sí se personaron liderados por Haldir.
De
los hombres del Bosque dice Gwaihir que le dispararían con esos
grandes arcos de tejo pensando que iban a robarles las ovejas.
De
los hombres del Valle se sabe que Bardo tiraba con un gran arco de
tejo, que las tropas de la Ciudad del Lago se componen de arqueros y
lanceros pero que también usan venablos y largas espadas.
Entre
las filas de los rohirrim algunos esgrimían arcos, siendo unos
pocos jinetes capaces de disparar hábilmente desde un caballo a la
carrera. Buenos arqueros a su manera pero escasos ya que son más dados a
arrojar lanzas desde sus monturas como práctica habitual.
De
entre los Gondorianos destacan los Hombres de Ithilien que usan arcos
grandes casi de la altura de ellos y grandes carcajes repletos de
flechas largas con penachos verdes, dados a las emboscadas. En la
batalla de los Campos de Pelennor participaron quinientos arqueros
de las mesetas de Morthond, del ancho Valle de la Raíz Negra y tras
la batalla los mumakil tenían los ojos traspasados por las flechas
de los valientes. En esta batalla se dijo que hubo arqueros de la
destreza de que antaño se enorgulleciera Gondor.
Los
hombres salvajes del bosque Druadan usan flechas envenenadas, como
los orcos.
Los
hobbits. Podían manejar armas, tiraban bien con el arco pues eran de
mirada certera y manos hábiles, y si cogía una piedra lo mejor era
ponerse a resguardo. Enviaron algunos arqueros al Rey en la última
batalla de Fornost contra el Señor Mago de Angmar, aunque nunca
retornaron y no se menciona en las historias de los hombres.
Entre
las huestes de la Oscuridad los más abundantes son los orcos. Usan
flechas de penachos negros de forma habitual, preferiblemente en
emboscadas como a la Comunidad del Anillo en el Anduin. Suelen usar
ponzoñas y tiran flechas "de cualquier modo". En Cirith Ungol un
rastreador portaba un arco de cuerno y el Uruk de Mordor portaba un
arco a la espalda.
Los
hombres del este son arqueros a caballo y sus comandantes usan carros
de guerra. Los Haradrim usan flechas y con estas hieren a Faramir.
Y
esas son todas las referencias que he podido encontrar buceando en la
literatura tolkieniana.
Una última cuestión significativa y
que considero que hay que dejar clara es que Tolkien no describe el
uso de ni una sola ballesta en toda su obra. Durante la Edad Media la
ballesta tuvo muchos detractores "morales", como tal vez
podamos ver en una futura entrega. Era un arma que no se consideraba
digna ni caballerosa. Esto puede que influyera en el autor o puede
que no, no lo sabemos. El mundo tolkieniano es bastante reacio en su
idílico bucolismo a introducir ingenios mecánicos como este arma.
Podríamos pensar que eran armas viles más aptas para los orcos,
pero además de esa complejidad, hay que añadir que las ballestas
son caras y requieren un cierto mantenimiento, lo cual las aleja de
la idea de las huestes salvajes de orcos. Lo importante es que no
aparecen en los libros y solo la versión cinematográfica las ha
introducido en el universo tolkieniano. Por tanto su uso se ha de
resaltar como algo exótico y ligado al carácter proto-industrial y
artificial que le otorgan a Saruman frente a la naturaleza virgen e idealizada ligada a los héroes.