SISTEMA MONETARIO EN LA TERCERA EDAD DE
LA TIERRA MEDIA.
La moneda es una forma de dinero. El
dinero tiene varias funciones. Para el propósito de esta serie de
artículos nos interesaremos hoy por su función como medio de
intercambio.
Tolkien cuenta poco sobre monedas. Con
la referida función de medio de intercambio la única mención
específica a una moneda que he podido encontrar es el precio que en
Bree puso Bill Helechal a su famélico poney: 12 centavos de plata,
siendo este precio el triple del valor de un poney en aquella región.
Además el señor Mantecona pagó otros 18 monedas a Merry como
compensación por sus 5 animales extraviados, siendo 30 centavos de
plata en total. En la versión original esos centavos son llamados
peniques de plata, pennies. Esta relación de cantidades
también nos da casi la única mención a otra función del
dinero: la fijación de precios.
En "El herrero de Wooton Major" Tolkien
compara una estrella mágica del país de Fantasía con el tamaño de
una moneda de 6 peniques. También se encuentran como sorpresas en
una tarta monedas, una de ellas de plata siendo esa cualidad algo
reseñable en cuanto al premio. En las aventuras de Tom Bombadil sabemos que alguien
pobre no tiene ni un penique.
Con estas únicas referencias solo
podemos elucubrar que en La Comarca y Bree se empleaba una
denominación monetaria equivalente a la que conocía y usaba el
propio Tolkien, es decir, el sistema monetario imperial británico basado en la
libra esterlina pre 1971, fecha en la que en la pérfida Albión se pasasen al sistema decimal (por fin).
Este sistema realmente no es de
elaboración puramente británico y fue instaurado por Carlomagno con
otras denominaciones de monedas en el año 800, importado en el s. XV
a la isla y con la gracia de que solo los británicos lo arrastraron
hasta el s. XX mientras el resto del mundo civilizado adoptaba el
sistema decimal. Sus equivalencias entre monedas de distintos valores
es peculiar pues es una mezcolanza entre el duodecimal (base 12) y el
vigesimal (base 20).
Una Libra (pound) se materializa en el Soberano de oro que equivale a 20 Chelines de plata y cada Chelín de plata a 12 peniques
de bronce o cobre (según la época). Ese soberano es a su vez el valor nominal de una libra
esterlina de plata fina, a saber 350 gramos. Como los ingleses son
unos cachondos, además, a partir del s. XVII añadieron otra moneda
de oro acuñada en metal procedente de las colonias de Guinea más
puro, entrando en vigor las Guineas de oro, cuyo valor nominal era,
agárrense los machos, de 21 chelines más 6 peniques (21'5 chelines), aunque con el
tiempo (s. XVIII) se regularizó a simplemente 21 chelines. Sí,
hijos, sí, una moneda de oro equivalía a 20 o 21 de plata, según
la moneda. Esto dio lugar, en la decadente y enrarecida sociedad
británica a dos tipos de pagos. A los comerciantes se les pagaba en
libras y a los profesionales se les pagaba en guineas por tener un
valor más caballeroso. Esto podía incluir los servicios de un dramaturgo o un caballo de carreras.
El soberano de oro pesa casi 8 gramos,
tiene un grosor de milímetro y medio y diámetro de 22 así como una
pureza de 22 quilates (al menos desde el s. XIX). Su símbolo es el de
la libra: una £
o L adornada, heredado de la tradición romana en referencia a la balanza (inevitablemente a los
romanos les meteremos mano más adelante con sus monedas). Sobre los soberanos británicos se podría hacer un artículo independiente porque su uso fue muy extendido durante la expansión colonial y da lugar a muchas anécdotas, pero me limitaré a dejar aquí su reverso con San Jorge matando al dragón que sustituye al escudo de armas real desde 1817 y es mucho más tolkieniano que otra cosa:
El chelín de plata por su parte pesa algo menos de 6
gramos siendo su grosor y diámetros algo mayores que el soberano. Esto es así
porque la densidad de la plata es casi la mitad que la del oro. Su
símbolo es una S que proviene de la moneda latina Solidus,
que sin embargo era una moneda de oro. El chelín era la moneda de
referencia de precio más común junto con el penique.
El penique británico no estaba hecho
de plata como podría parecer leyendo a Tolkien, sino de bronce. Esto ya origina una discordancia importante
respecto a lo que nos cuenta el señor Tolkien, pero ya veremos como
los solucionaremos más adelante. Su símbolo, para no variar, es la
D heredada del denier frances, a su vez referente al Denario
romano, que en esta ocasión era una moneda de plata (sí, no nos olvidaremos de los romanos). Después de la
decimalización de la libra en 1971 el símbolo pasó a ser la "p".
Este sistema no decimal tan exótico
determinó un sistema de precios que llegaba a tener 3 elementos, con
el primero siendo el valor en libras seguido de su £,
el segundo en chelines y el tercero, si era a lugar, en peniques.
Posiblemente el más popularizado es el que porta el sombrero loco y su 10/6 que
indica un precio de 10 chelines y 6 peniques que también se podía
escribir como 10s 6 d.
Je. Je. Je.
Con esos valores de referencia existían multitud de monedas de valores múltiplos y submúltiplos. Las variantes de oro eran raras, aunque existían monedas de 2 y de 5 soberanos, así como medias guineas (10 chelines y otra vez 6 peniques, claro). En plata se acuñaron monedas de 5 chelines llamadas coronas (que equivalían a un cuarto de libra), media corona (o dos chelines y medio o un octavo de libra), dos chelines (un tímido intento de decimalizar la libra) que se denominó florín y se usó poco así como también de dos florines (que equivalía a 4 chelines). Además también existían subdivisiones del chelín: el medio chelín también llamado de forma popular "sixpence" por su equivalencia a los seis peniques; un tercio de chelín llamado "fourpence" o "groat" (derivado de una moneda escocesa a su vez de valor similar) y el cuarto de chelín o "threepence". Estas últimas se acuñaban en plata y en tamaños reducidos.
Como decía arriba, ahí tenemos una
posible explicación de porqué Tolkien llama así a sus "silver
pennies", puesto que había monedas de fracción de chelín,
hechas en plata pero referenciadas como peniques en el uso común. Esto se repite en
el Herrero de Wooton Major con expresa mención de la moneda de medio
chelín denominada como seis peniques.
Si pasamos a los cobres y los bronces
entramos en el mundo de los peniques que se subdividían en medios y
cuartos de penique o "farthing", aunque también hubo en
colonias subdivisiones de los farthing a su vez. Para colmo algún
rey más locuelo (y nazi) llegó a emitir monedas de bronce de 3 peniques que valían lo mismo que el cuarto de chelín de plata.
Oro | Plata | Cobre/Bronce |
1 libra esterlina o soberano |
4
coronas (8 medias coronas) o
10
florines o
20
chelines o
40
medios chelines (six pence) o
60
groats (cuatro peniques) o
80
three pence |
240
peniques o
480
medios peniques o960 farthings (cuartos de penique) |
1 guinea | 21 chelines | (la madre que los parió) |
Este caos de monedas era propio de un
único país y sus colonias imperiales. Pero no era ni el único país
que emitía monedas ni la única época en que se emitió. El sistema
decimal tardó mucho en llegar y durante la mayor parte de la Edad
Media se empleaban monedas de diferentes orígenes e incluso épocas
coexistiendo. El valor del oro y la plata no se podían equiparar con
una mera relación de 1 a 10, ni tampoco la plata y el cobre o
bronce. Además las distintas densidades de estos metales determinan
que las monedas no podían tener el mismo valor con tamaños
similares, puesto que una moneda de oro de las mismas dimensiones
pesaba casi el doble que una de plata y por tanto contenía el doble
de metal precioso. Todo esto era bien sabido por los distintos
gobernantes así como los usuarios de las monedas y determina una
interesante y complicada trama de equivalencias monetarias. Espero
que ahora entendáis porqué es necesario que tengamos una habilidad
de Moneda y la situaciones variopintas que pueden determinar.
PS: A los romanos los veremos en próximas entregas, no te preocupes Alvarf el Gris.
1 comentario:
Tomo nota y quedo a la espera de los romanos XD
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