jueves, 25 de abril de 2019

Arcos IV: ¿Y en la Tierra Media qué?

El mundo de la arquería histórica no se limita a los arcos. Podríamos explayarnos con precisiones sobre los componentes como las cuerdas o pasar a la flechería (puntas, astiles, tipos de emplumados, etc) y mil y una variantes que se dieron a lo largo de la historia, siendo el arco un arma tanto de caza como de guerra durante muchos milenios, teniendo gran protagonismo en algunos pueblos como vimos desde nuestra entrega de esta serie. Tal ven en un futuro con algo más de tiempo nos extendamos por esos derroteros, pero no hoy.

A efectos prácticos toca centrarnos en los arcos que podamos encontrar en la Tierra Media, con el referente de realidad histórica que hemos visto en las tres entregas anteriores. 



Tolkien Puro: Silmarillion y Tierra Media.
Las referencias literarias a los arcos son bastante pobres para caracterizarlos. Los arcos son comunes entre los guerreros, pero no son detallados la mayoría de las veces. Según la Edad podemos encontrar varias menciones.

EDADES DE LOS ÁRBOLES.


Oromë, el gran Cazador, suministró a los elfos instrumentos para ayudarles en la protección de sus huestes de las criaturas de Mordor. En Valinor se usaban espadas, lanzas y arcos. Melkor les aconsejó portar armas. Los elfos teleri de Alqualondë no tenían otras armas que unos arcos delgados o planos.



PRIMERA EDAD DEL SOL.
Durante esta Edad los elfos usan frecuentemente dardos y jabalinas contra sus enemigos, tanto o más que arcos.
Los elfos noldor guardianes de la Quinta Puerta de Gondolín, la de Plata, son arqueros, armados en las armerías de Turgon.
En Doriath Beleg Arcofirme era el jefe de centinelas de Thingol quien tenía un gran arco de tejo negro llamado Belthronding.
Tuor cumplió quince años y fue hábil en el manejo de las armas, el hacha y el arco de los Elfos Grises.
En Nargothrond deambulaban en secreto arqueros de gran habilidad, las flechas llegaban seguras a destino y eran mortales para los intrusos en su bosque. Se les conoce por su estilo de lucha de guerrillas de emboscada y flecha.
Tal vez sea ya de esta Edad el origen de la gran reputación como arqueros de los elfos.
Los orcos de las huestes de Melko, por su parte, usan arcos de cuerno.

SEGUNDA EDAD.


Los Numenoreanos destacan porque en vez de portar espadas, tienen armas para el deporte y el pasatiempo: hachas, lanzas y arcos para tirar a pie y a caballo. Con las guerras posteriores sus arcos fueron los más temidos: 'Los Hombres del Mar', esto fue dicho, 'envían antes de ellos una gran nube, como una lluvia envuelta en serpentines, o un granizo negro volcado con acero'; y en aquel tiempo las grandes cohortes de los Arqueros del Rey usaron de acero hueco con flechas de plumas de un ana de largo, negras llenas de muchos puntos para hacer una muesca.

Por su parte los orcos lanzaban también nubes de flechas, pero no hacían mella en las armaduras de los hombres aunque finalmente a Isildur lo mata una de estas flechas.

TERCERA EDAD.



Thorin usa un arco de hueso para amedrentar a un heraldo de los hombres con una flecha que se clava en el escudo de este. Antes en el bosque negro, en cuanto llegaron a tierra preparó su arco y puso una flecha.

Los Elfos del Bosque Negro, usan en sus patrullas arcos y lanzas, con extrema precisión en sus flechas. Destaca Légolas con su vista más aguda que el resto de los elfos que de por sí tienen una vista excelente, hace su arco mortífero para los orcos y para el resto de sus enemigos. A su partida de Lórien recibió un arco como los que usan los Galadrim, más largo y fuerte que los arcos del Bosque Negro y la cuerda era de cabellos élficos. En el Abismo de Helm deseó que hubiera un centener de arqueros del Bosque Negro, que en la versión cinematográfica sí se personaron liderados por Haldir.



De los hombres del Bosque dice Gwaihir que le dispararían con esos grandes arcos de tejo pensando que iban a robarles las ovejas.

De los hombres del Valle se sabe que Bardo tiraba con un gran arco de tejo, que las tropas de la Ciudad del Lago se componen de arqueros y lanceros pero que también usan venablos y largas espadas.

Entre las filas de los rohirrim algunos esgrimían arcos, siendo unos pocos jinetes capaces de disparar hábilmente desde un caballo a la carrera. Buenos arqueros a su manera pero escasos ya que son más dados a arrojar lanzas desde sus monturas como práctica habitual.

De entre los Gondorianos destacan los Hombres de Ithilien que usan arcos grandes casi de la altura de ellos y grandes carcajes repletos de flechas largas con penachos verdes, dados a las emboscadas. En la batalla de los Campos de Pelennor participaron quinientos arqueros de las mesetas de Morthond, del ancho Valle de la Raíz Negra y tras la batalla los mumakil tenían los ojos traspasados por las flechas de los valientes. En esta batalla se dijo que hubo arqueros de la destreza de que antaño se enorgulleciera Gondor.

Los hombres salvajes del bosque Druadan usan flechas envenenadas, como los orcos.

Los hobbits. Podían manejar armas, tiraban bien con el arco pues eran de mirada certera y manos hábiles, y si cogía una piedra lo mejor era ponerse a resguardo. Enviaron algunos arqueros al Rey en la última batalla de Fornost contra el Señor Mago de Angmar, aunque nunca retornaron y no se menciona en las historias de los hombres.

Entre las huestes de la Oscuridad los más abundantes son los orcos. Usan flechas de penachos negros de forma habitual, preferiblemente en emboscadas como a la Comunidad del Anillo en el Anduin. Suelen usar ponzoñas y tiran flechas "de cualquier modo". En Cirith Ungol un rastreador portaba un arco de cuerno y el Uruk de Mordor portaba un arco a la espalda. 

Los hombres del este son arqueros a caballo y sus comandantes usan carros de guerra. Los Haradrim usan flechas y con estas hieren a Faramir.
Y esas son todas las referencias que he podido encontrar buceando en la literatura tolkieniana.

Una última cuestión significativa y que considero que hay que dejar clara es que Tolkien no describe el uso de ni una sola ballesta en toda su obra. Durante la Edad Media la ballesta tuvo muchos detractores "morales", como tal vez podamos ver en una futura entrega. Era un arma que no se consideraba digna ni caballerosa. Esto puede que influyera en el autor o puede que no, no lo sabemos. El mundo tolkieniano es bastante reacio en su idílico bucolismo a introducir ingenios mecánicos como este arma. Podríamos pensar que eran armas viles más aptas para los orcos, pero además de esa complejidad, hay que añadir que las ballestas son caras y requieren un cierto mantenimiento, lo cual las aleja de la idea de las huestes salvajes de orcos. Lo importante es que no aparecen en los libros y solo la versión cinematográfica las ha introducido en el universo tolkieniano. Por tanto su uso se ha de resaltar como algo exótico y ligado al carácter proto-industrial y artificial que le otorgan a Saruman frente a la naturaleza virgen e idealizada ligada a los héroes.  

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