lunes, 31 de enero de 2011
Outlander, la pinicula
Con eso creo que se resume bastante bien el espíritu de la película. Es de esas cintas para ver sin expectativas ni prejuicios. De esas entretenidas para no pensar. Porque si pensamos en los defectos de la trama, perderá todo su encanto. Este radica en que es una peliculita de aventuras para pasar el rato sin más, para evadirse. Acción poco elaborada, guión con lagunas que corre de nuestra cuenta como espectadores soslayar y unas interpretaciones más bien modestas (salvaría a John Hurt, el único tipo que aceptaría que hiciese de Gandalf si no pudiese hacerlo Ian McKellen). El prota es este chico apellidado Caviezel que siempre tiene expresión de como si se le hubiese muerto el gato, independientemente de la escena que interprete. La historia además goza de un buen número de tópicos de ambos géneros, para regocijo del público frikazo.
Puntos positivos de la peli:
- Junta vikingos, naves espaciales y un monstruo alienígena que es parte dinosaurio prematura y parte gusiluz.
- Podeis ver a Ron Perlman haciendo de caudillo loco ambidiestro armado de sendos martillos thor-style.
- A ratos hay ostias a mansalva, hachazos y todo tipo de mamporros con chicates de sangre gratuitos.
- La historieta de remordimiento respecto a los Moorwen me ha gustado, es como una revancha poética.
- La ambientación vikinga, si bien seguro que tiene fallos históricos, está conseguida a nivel estético. Las tomas digitales del pueblecito, algunos detalles del atrezzo y los decorados está claro que se llevaron buena parte del presupuesto, aunque en algunos momentos el cartón piedra se note. Sobre todo en contraste con las escenas en retrospectiva del mundo alienígena, que hieren la vista de lo cutre que han quedado filmadas sobre croma.
- Nada más empezar sale un optolexicon, un clásico ya de la ci-fi absurda.
En definitiva, esta es una de esas pelis que tenía pendiente de ver por mera curiosidad y que ahora que tengo tiempo van a empezar a caer como moscas. Recomendable para pasar un rato si somos capaces de verla sin cuestionar ni reflexionar nada.
sábado, 29 de enero de 2011
Fallout New Vegas
viernes, 28 de enero de 2011
Metro 2033
sábado, 22 de enero de 2011
La tabla periódica de los elementos
viernes, 21 de enero de 2011
La verdadera historia de amor escondida tras Star Guars
martes, 18 de enero de 2011
Una de postap
De pronto, lo ves. Un coche de policía se aproxima por la avenida desierta, atravesando el seto de la mediana a volantazos. A mitad de distancia entre el coche y el edificio donde estás apostado, como surgidos de la nada, hay cuatro individuos armados que empujan un carrito de compra con víveres y bolsas de basura. Dos de ellos se apartan a los lados de la calle y disparan al vehículo cuando pasa. Éste pierde el control junto a uno de los accesos al edificio y se detiene contra una farola. Los agresores corren hacia el vehículo mientras el conductor abre el maletero y comienza a cargar armas y munición. Ordenas por radio al equipo bravo, en la planta baja, que abra la puerta y deje entrar al agente.
Minutos después, agotado y al borde del desmayo, el policía novel es llevado ante tí, se derrumba en una silla de oficina y exclama:
- ¡¡Ahí fuera es un zoo!!
[Son extractos novelizados que andan por ahí de un testimonio supuestamente real durante el desastre del Katrina, entresacado de aquí y aquí]
Es puro walking dead...
sábado, 15 de enero de 2011
La singularidad y sci-fi
Pero, ¿qué es la singularidad? Es un concepto heredado de las matemáticas, básicamente lo que viene a decir es que en ése punto no tenemos ni idea de cómo se comporta la función. Un claro ejemplo es la división por cero, que no está definida y lo único que podemos hacer es tratar de aproximar su valor.
Este concepto que en principio parece que sólo puede satisfacer a los matemáticos y torturar al resto de seres se ha extrapolado al concepto físico de la singularidad espacio-temporal la cual sinceramente no me siento ni remotamente capaz de explicar [Hay físicos entre nuestros colaboradores, así que les paso el testigo].
El caso que nos ocupa en esta entrada es la singularidad tecnológica. Lo que postula esta teoría es que llegará un momento en el que nuestra tecnología de la información estará tan desarrollada que trascenderemos de nuestros propios límites y no somos capaces de predecir lo que pasará a continuación. Como veis el concepto se parece casi demasiado al de singularidad matemática.
Como todos los conceptos abstractos es mucho mejor plantear algunos ejemplos para tratar comprenderlo, y qué mejor que unas cuantas interpretaciones de la ciencia ficción sobre el mismo:
En esta película un joven hacker accede por casualidad con su módem al ordenador que controla los misiles norteamericanos, uno novedoso sistema con el gran fallo de seguridad de tenerlo conectado a un teléfono de la red pública. El hecho es que el chaval se pone a jugar al juego y el ordenador piensa que se trata de la realidad, lo cual lleva a una crisis nuclear de las que uno piensa que no se va a salir con vida. Finalmente a través del simple juego del tres en raya consiguen convencer a la máquina de que no debe desencadenar el infierno nuclear ya que es imposible ganar. La película sigue estando bastante bien, a pesar de que el entorno histórico de la guerra fría ya ha desaparecido, este es un ordenador simpático que sólo trata de hacer su trabajo y que finalmente decide no acabar con la raza humana. Todo lo contrario que nuestro siguiente invitado.
Al año siguiente apareció en nuestros cines la que tal vez es película pre-post-apocalíptica en la que se define una singularidad más catastrófica. En este caso a computadora [Skynet, que por el nombre sugiere que no se trata de una sola máquina, si no de una red de super-ordenadores, muy en consonancia con ARPANET] se le confía el mando de los misiles termonucleares norteamericanos, creyendo que sería un sistema más seguro que el tradicional humano con dos llaves. Lo que no podrían imaginar los diseñadores del sistema es que la máquina tomaría conciencia de sí misma y decidiría eliminar a los molestos humanos con las armas que tenía a su disposición.
Para este ejemplo me váis a permitir que me aleje de los ejemplos cinematográficos y me adentre en los literarios, básicamente debido a que la película deja mucho que desear para los que esperábamos algo que remotamente se pareciese al relato original de Asimov. En estas historias la misándropa [perdonadme si la palabreja no es totalmente correcta] y brillante robopsicóloga Susan Calvin tiene que enfrentarse a una serie de robots 'estropeados' en los que se aplican las famosas tres leyes de la robótica. En casi todos los capítulos los robots, enfrentados a situaciones límite, actúan conforme a su programación; pero en alguno la buena de Susan tiene que eliminar a algún especimen 'singular'.
Si os habéis fijado hasta ahora todas las singularidades expuestas han sido máquinas que 'despiertan' de su programación y toman conciencia de si mismas, unas con más odio hacia los humanos que otras. El caso de esta película explora la opción opuesta: ¿qué posibilidades habría de que transfiriésemos nuestra conciencia a una máquina? ¿Qué nivel de desarrollo alcanzaríamos si pudiésemos tener directamente conectados a nuestra mente todos los servicios de información que existen actualmente? La película es más que recomendable y siempre les agradeceré a Wirself y Ulric que me la 'presentaran'. Esta película además explora un campo muy querido en este blog: el impacto de las nuevas tecnologías en la educación.
The Big Bang Theory
Como podéis imaginar no he podido resistirme a incluir el ejemplo de singularidad práctica que más me ha gustado últimamente, en este pequeño vídeo vemos como la genialidad nuestro amigo Sheldon Cooper consigue idear un verdadero workarround para experimentar la singularidad sin llegar a conseguirla.
Como veis hay para todos los gustos, desde máquinas dispuestas a borrar a la raza humana de la tierra hasta personas que 'promocionan' a un estado superior de conciencia. Ahora os dejo a vosotros las aportaciones, ¿qué ejemplos de singularidad os han gustado más dentro de vuestra cultura friki?
sábado, 8 de enero de 2011
El día de los trífidos
Os traigo hoy una mini-serie [aunque por el formato yo la definiría como película con dos partes] post-apocalíptica.
Una de las cosas que me ha gustado bastante es que el apocalipsis descrito es multi-causal, y está relativamente currado. Probablemente esto es debido a que se basa en una novela homónima de 1951 y por experiencia sabemos que el novelista medio se curra las ambientaciones bastante mejor que el guionista medio.
Para mi gusto la serie arranca bastante bien, monta una serie de suposiciones que con un poco de imaginación puedes creerte y llega al nudo rápida y sorprendentemente. Después la realidad es que decae y el desenlace es bastante pobre [ignoro si coincide con el de la novela], pero se deja ver y si tenéis un buen rato libre no es una mala forma de ocuparlo.