jueves, 21 de abril de 2011

Juego de Tronos, la serie


Pues ya he visto el primer capítulo de la serie más esperada: El invierno llega. Mi impresión general ha sido muy satisfactoria, diría que un notable alto.

Empezando con la cabecera. Siempre me he quejado de que Peter Jackson no supo plasmar la complejidad del viaje de la Compañía del Anillo a aquellos que no conocen los libros de El Señor de los Anillos. Y todo porque no supo recurrir a algo tan sencillo como entremeter unas sencillas animaciones que mostrasen los mapas que hay en los libros. Una simple toma de infografía con un mapita en el que se mostrase el camino de los aventureros con líneas discontínuas hubiese bastado. Pues bien, en la producción de Juego de Tronos parecen tener eso bien claro. En una historia tan compleja en la que se imbrican tantas tramas en sitios distantes, este recurso es de gran ayuda y lo utilizan ya desde el principio que es la cabecera y los títulos de la serie. De forma muy intuitiva nos muestran un mapa de Poniente y la otra orilla del Mar Angosto, con las tres principales ciudades que se verán involucradas en el capítulo primero de la serie: Desembarco del Rey, Invernalia y Pentos, así como la otra localización de referencia: El Muro.

Destaco algo que me dejó un poco fuera de juego en la cabecera. Sobre el mapa, que parece una miniatura en relieve, vemos como se alzan ante nuestros ojos las construcciones de estas ciudades como si de piezas de un mecanismo de relojería se tratase, mientras unos aros grabados con la épica de los sucesos previos a la historia (la caída del dragón bajo el ciervo y el lobo, el ciervo prevalece), como si de una esfera armilar se tratase, los circundan. Llevan el sol sujeto en un engaste y solo aparece unos instantes. Esa estética relojera, casi steampunk sin venir a cuento (aparentemente), reconozco que me rayó. Al ponerme a escribir estas líneas me he dado cuenta de todos esos significados, de cómo la trama de Martin se va a ir engranando poco a poco, con precisión milimétrica, tanto a nivel humano como cosmológico (esa extraña recesión solar de largos veranos y aún más largos inviernos del mundo imaginario de Martin). Como ya conocemos por los libros leídos e intuimos en los venideros. Todo ha de encajar en esta historia, todo está relacionado y funciona como un preciso reloj.


A partir de ahí casi todo está a la misma altura. La ambientación, escenarios, localizaciones, caracterización de los personajes (al menos en V.O. los acentos reflejan distintas procedencias en los personajes), ... todo bastante currado y más importante aún, logrado. Sobre todo teniendo en cuenta que es una serie. Ninguno de los actores decepciona en su interpretación. Consiguen comprimir, con una fidelidad aceptable y muy bien adaptado al formato de teleserie, la descomunal trama que conocemos. Es cierto, hay pequeñas omisiones de la trama, pero ninguna que sea sustancial para seguirla y evidentemente era imprescindible cortar en alguna parte. Estoy muy satisfecho por ahora con lo que he visto y aportan una síntesis muy lograda y bastante comprensible para los ufanos a la saga. Los que temíamos que fuese un fiasco como el de Alatriste que no consiguió resumir, sino entrecortar, podemos estar tranquilos por ahora.

Es cierto también que hay algunas peguillas, como la boda dothraki, en la que se nota que cuentan con irrisoriamente pocos extras para simular una fiesta de 40.000 guerreros. La coreografía del único combate, que sucede en la misma boda, es horrible. Pero salvando esos pequeños detalles, el resto ha resultado sorprendentemente brillante. Promete mucho.

Aderezado con muchos culitos y pechos al aire para alegrar la vista, escenas de sexo mínimamente censuradas para cumplir los requisitos que permitan alcanzar el mayor público posible sin traicionar del todo la esencia sensual de las novelas (aunque he echado de menos que se recreen más en las comidas, como hace el Gordo Cabrón en los libros).

Como aliciente adicional, nos regalan la vista con imágenes de panorámicas que en los libros podíamos imaginar, pero que ahora PODEMOS VER. En especial, las ciudades y construcciones más famosas: El Muro y Desembarco del Rey.


(Pinchando en las imágenes se pueden ver a resolución bien grande).

¡Hala, a disfrutar!

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