De entre la familia de los drones militares, el X-37B es uno de sus hijos más destacados. De hecho, es el que más alto vuela de todos los hermanitos. De hecho, este pajarito entra en la categoría de nave espacial. Con la peculiaridad inherente a pertenecer al linaje de los aparatos no tripulados.
Es decir, nuestras primeras tropas en el espacio son no tripuladas. Ya teníamos satélites asesinos en órbita, satélites espías y durante algún tiempo se especuló sobre la posible existencia de plataformas de armamento no tripuladas. Pues ahora el X-37B parece ser todo ello y mucho más. Las misiones que ya le están adjudicando como futuros empleos reúnen todas esas capacidades y algunas otras que aprovecharían su espacio de carga. Tampoco nos ha de sorprender lo mucho que se parece a las lanzaderas espaciales que conocemos, pues inicialmente fue un proyecto para la NASA. Es como una lanzadera en "pequeñito" (solo unos 10 metros).
Nuevamente ¡hail skynet!
vía (una vez más)
sábado, 2 de abril de 2011
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