"Transistores de nanopartículas orgánicas de efecto de campo de memoria". O algo así. Esto parece ser la clave de los nuevos transistores a base de nanopartículas de oro envueltas en pentaceno, que parecen emular la plasticidad de transmisión de las sinapsis neuronales. Si se consigue, los ordenadores podrán conseguir que sus propias transmisiones se optimicen al modo que tienen nuestras propias neuronas, que transmiten impulsos cuya potencia se regula por la frecuencia de los impulsos recibidos. Lo cual, a pesar de parecer simple, nos da una inmensa capacidad de computación como meros entes orgánicos.
http://www.sciencedaily.com/releases/2010/01/100125122101.htm
viernes, 1 de abril de 2011
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