El primero es QBO un robot que tiene implementado un sistema de reconocimiento visual que además va aprendiendo con el tiempo. Es cierto que la estética del bicho es bastante de 'juguete' pero hay que admitir que el que se pueda reconocer a sí mismo da un poco de miedo.
El segundo es MorpHex, un prototipo sin ninguna utilidad concreta pero que además de moverse con sus patas se puede convertir en una pelota. La realidad es que la única utilidad que se me ocurre sería que los balones de fútbol volvieran solos al campo y así ahorrarse a los recoge pelotas pero hay que admitir que habría que acostumbrarse a ver a los balones volver mánsamente hasta los pies del portero para sacar.
El último es Asterisk, un robot basado en las arañas para definirlo. Ya he comentado alguna vez que no termino de entender la manía de diseñar androides cuando los robots pueden ser realmente útiles con una anatomía que difiera mucho de la nuestra (entre otras cosas porque nos permitirían realizar tareas que ahora nos cuestan mucho). El diseño de este robot parece que se mueve en este sentido, aunque aún los movimientos no parecen fluídos y su máximo logro parece ser transportar un pequeño peluche, creo que es el buen camino.
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2 comentarios:
La demostración de supuesto "autoreconocimiento" es un poco cutre, la verdad. Salvo que sean muy torpes expresando lo que han conseguido y esto quede oculto, lo que han conseguido es un poco chorra.
Bueno, la idea es que es capaz de poner nombres a objetos originalmente desconocidos para él. El caso que ponen es el de él mismo. También hay que tener en cuenta que esto es un vídeo de YouTube no un artículo el Science.
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