La historia empieza aquí:
En algún momento de la primera mitad del sXX la flota errante de colonización entró en el sistema solar. A partir de entonces se produjeron los primeros tanteos. Hoy desconocemos exactamente desde cuando los invasores alienígenas observaban. El grueso de la flota de colonización se mantuvo inicialmente alejada del único planeta habitado por seres inteligentes y principal objetivo a controlar por su riqueza biológica. Pequeñas misiones de infiltración, discretas y muy esporádicas, bien planeadas, permitieron el estudio del blanco. Inicialmente las tomas de contacto estuvieron dirigidas a evaluar el potencial defensivo de los indígenas y a continuación se tomaron muestras genéticas de la población nativa para desarrollar el híbrido necesario para la colonización.
Estas misiones levantaron ciertas suspicacias entre la población, por lo que mientras se desarrollaba el proyecto de híbrido definitivo hubo que disminuir la presencia en el planeta a finales del sXX terráqueo. Diversos prototipos fueron empleados en las propias misiones de recogida de muestras mediante abducción. La capacidad de ocupación planetaria de la flota invasora era entonces reducida y dependía de la producción de un híbrido adaptado al medio. Este requisito y el lapso de tiempo que llevó supuso el único resquicio que, mirando hacia atrás, ha permitido llegar al punto en el que se encuentra el conflicto. La única debilidad del enemigo permitió el respiro necesario para que el ser humano, aun en su ignorancia, alcanzase un desarrollo suficiente para entorpecer los planes de los invasores. Simple azar.
Hacia la segunda mitad del citado s.XX se inició la segunda fase, la infiltración en los gobiernos mundiales. Tras la IIGM los invasores constataron que la tendencia humana para la autodestrucción fratricida era la herramienta más apropiada para sus planes. El conflicto se convirtió en un ambiente altamente favorable para los planes invasores y sus maniobras pasaron más desapercibidas. Esto permitió iniciar la consolidación de esta segunda fase. Además el desarrollo bélico humano podría jugar un papel favorable en el escenario. Sin embargo, surgió un improvisto. El improbable desarrollo de la potencia nuclear por parte de los humanos sorprendió y trastocó la planificación. Esta amenaza requería de un replanteamiento nuevo. La fuerza de ocupación aún no estaba preparada y el poderío nuclear suponía un inconveniente. La carrera se había iniciado. Por primera vez existía un impedimento ocasionado por la humanidad misma y no por su condición de seres imperfectos.
Además, surgió un inconveniente calamitoso más. El incidente de Roswell.
lunes, 10 de mayo de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
Que buena esta serie... ¡más! ¡más!
Los cabezones de Roswell tuvieron que ser unos chapuceros. Pifiazo.
Publicar un comentario