lunes, 7 de junio de 2010

Red Eyes (II)


Pues bien, ya he conseguido leerme los ocho primeros volúmenes de Red Eyes de Jun Shindo. Creo que no necesito más, la verdad. Además, el resto no está disponible en interné después de mucho buscar y me doy por vencido para seguir buscando. Tampoco estoy muy seguro de que merezca la pena seguirla porque empezaba a desbarrar. La sustancia ya se la he sacado en los primeros y prefiero quedarme con ese sabor de boca.

La historia tiene sus buenos 10 añitos y no tengo ni idea de si se canceló o se concluyó la historia.


Si quereis una sinopsis va de un tío muy, pero que muy, pero que requetemuy chulo llamado capitán G. Mills al que llaman por el sobrenombre de "Genocidio", para que os hagais una ideita del mal café que gasta, que busca venganza después de una traición en el seno de la "camaradería" militar. No entraré en más detalles por si alguien quiere leerlo de todos modos.
Conforme pasan los capítulos van entremetiendo historias del presente del prota y sus coetáneos, así como del pasado que explica como estos van entrando en la historia. A ratos da la impresión de que muchas de esas partes se han desarrollado a posterior y van entrando forzadillas, pero entran al fin y al cabo.

Hay mucha acción, acción sangrienta de casquería total a veces. La casquería en B/N suele ser más "artística" así que no se corta un pelo. Así que resulta entretenido. Digo entretenido porque los combates se tornan de lo más fantasiosos a medida que avanza la saga, en el más puro estilo del manga y anime juvenil. Pura evolución Dragon Ball (por cierto ¿qué fue de la peli? ¿la llegaron a estrenar?) en una escalada inverosímil de poder de devastación. Esto desemboca en escenas de combate moderno de lo más surrealistas en algunos casos, que rozan el ridículo a veces pero que otras se salvan porque la intensidad resulta divertida.

Lo más destacable para mi gusto en Red Eyes no es el guión ni la trama ni la coreografía de los combates, sino la ambientación (¡oh, vaya sorpresa!). Al final de cada volumen reserva unas páginas para explicar algunos puntos del contexto, ya sea la cronología del conflicto bélico, la organización del ejército de una u otro potencia o simplemente una descripción de la ficha técnica de las armaduras. Al final del volumen tercero tenemos un compendio de las armaduras que han salido hasta ese momento. La hipotética situación geopolítica futurística que plantea es tambien interesante. Algunos personajes están muy bien perfilados psicológicamente, otros no lo están en absoluto. También consigue a veces una saborcillo muy marcial, muy milites, que se agradece.
Pero volviendo a la ambientación, la palma se la llevan esas carismáticas armaduras de combate, prodigio de la técnica, armaduras de infantería "pesada", unidades blindadas autónomas que convierte a un hombre en una armaguedon andante. Las Armaduras de Asalto Especial (SAA en inglés). Y los Red Eyes son el escuadrón de élite de las mismas:
"Debido a la armadura que visten, tambien son conocidos como los "Ojos Rojos". Como una manada de lobos hambrientos son llamados la "muerte despiadada" temidos tanto por aliados como por enemigos... ¡¡CHACALES!!"
La armadura en cuestión es la "Swashbuckler"* ASP-177e, prototipo diseñado por la empresa AGI,
De 412 kg y potencia máxima 441 kw, tiene un tiempo de reacción de 1'5 segundos y una velocidad máxima de 87 km/h (son autopropulsadas para distancias cortas). Equipamiento básico consistente en un cañón de 12'7mm incorporado en el antebrazo derecho, rifle de asalto con lanzagranadas de 20 mm y un escudo de blindaje balístico en el izquierdo; equipamiento extra de artillería pesada, lanzacohetes dispuesto en POD de 9 unidades (el término castellanizado de vaina desluce), ametralladora eléctrica (minigun), ... Solo hay 8 unidades de este modelo. Los superhijoputas Chacales.

*Swashbuckler es un juego de palabras que hay que desentrañar. Significa tanto espadachín como aventurero pendenciero, temerario e irresponsable. Hace referencia a un tipo de espadachín militar del s. XVI que combatía con una espada larga (predecesora del estoque y usada en ensarte pero con uso en tajos todavía) y escudo (rodela). Eran conocidos por hacer sonar sus espadas contra sus escudos antes de entrar en combate y así atemorizar al enemigo. Vamos, si los habeis usado en el Medieval Total War... son los queridos y mortíferos rodeleros ;-). Por eso digo que la historia está muy currada, incluso en lo que no cuentan en los "extras". Trasfondo, trasfondo, trasfondo. Una de las claves del buen rol.

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