Claudia

Despertarse era una tarea complicada. Cada vez que el sueño la abandonaba tardaba unos segundos en abrir los ojos. Su miedo era que al abrirlos se encontraría de nuevo con la mirada inquisitiva de la bruja. 'La Bruja', un día la conoció por su nombre, pero hacía muchos años que lo había olvidado.

Lo que nunca olvidaría era su cara. Su rostro teñido de sangre mientras la mutilaba. El olor a su carne quemada mientras la torturaba. Lloraba y suplicaba, pero 'La Bruja' no la escuchaba, sólo porque ella no le decía lo que quería oír. Al final lo oyó, y la dejó, pero su pueblo también la abandonó, sola, mutilada, para que muriera desangrada o presa de los perros.

Pero claro, ella sobrevivió, como siempre.

Como cuando era una niña. Si es que alguna vez fue una niña. La verdad es que sus recuerdos eran inconexos, recordaba vagamente a un padre, y a una madre. Recordaba la escuela, donde se relacionaba con sus compañeras. Pero no era capaz de recordar sus nombres... o los de sus padres.

Un día se despertó en la escuela y para su asombro ninguna de sus compañeras acudió a clase. En su terminal aparecieron las lecciones y como una alumna aplicada las siguió al pie de la letra. El comedor también estaba vacío, pero los robots de la cocina le sirvieron la comida como siempre. A partir de aquí comenzó a investigar. Le costó una hora encontrar el pasillo bloqueado, tres días encontrar un camino alternativo usando una combinación de ventilación, conductos fecales y túneles de mantenimiento para llegar hasta el otro lado.

Todo en lo que se había basado su existencia estaba destruido, no quedaba casi nada de la escuela, sólo el claro rastro del paso de la guerra. Se sentó en una mesa destrozada y esperó que la muerte viniera a por ella. Pero ella sobrevivió, como siempre.

La encontró un grupo de supervivientes y la acogieron. También 'La Bruja' la trataba bien en aquellos días. Pronto aprendió que ella era la que mandaba en el grupo, se consideraba muy lista y desde luego había que serlo para haber llegado a su edad en la devastación. En el grupo había muchos hombres y a Claudia desde siempre le gustaron los hombres. Un día la pillaron con el hombre de la hija de 'La Bruja', y esta dijo que Claudia desestabilizaba el grupo. Que las mujeres la odiaban y que había que purificar el grupo para poder sobrevivir.

La purificación del grupo consistió en la mutilación de Claudia. Su sangre regó la tierra y sus gritos sembraron de terror la noche.

Por fin abre los ojos. El techo, las paredes, la cama... la respiración regular de Joe. Sabía que aún no estaban en casa. Sabía que todavía no estaban seguros. Pero el final estaba cerca, para bien o para mal, los últimos pasos estaban esperando sólo a ser dados.

Lo único que Claudia esperaba si el plan no salía bien era no sobrevivir.