viernes, 10 de septiembre de 2010

Blitzkrieg

“…El éxito sólo parece alcanzable si se ataca casi de forma simultánea todo el sistema de defensa. Al comenzar el ataque debe realizarse una escrupulosa inspección del terreno de la retaguardia del enemigo desde el aire para poder detectar las reservas del adversario y dirigir las fuerzas aéreas de combate contra éstas. La fuerza aérea debe aspirar a evitar el traslado del flujo de reservas al lugar de la irrupción, o al menos retardarlo. Los protagonistas del ataque de penetración, la fuerza blindada, intentará, mediante la estructuración en la profundidad en varios encuentros y tras la superación de posibles campos minados y otros obstáculos, acceder a los espacios de formación de las reservas enemigas y los centros del mando, la zona de posiciones de la artillería y de la defensa blindada móvil para finalmente atacar la zona de combate de la infantería y abatirla, siendo de máxima importancia la victoria sobre la defensa blindada y las reservas de carros de combate. Si se consigue esta victoria, quedarán muy pronto libres las fuerzas para la persecución y el seguimiento de las partes que se mantengan en el frente, para combatir las baterías enemigas y completar la limpieza de la zona de combate de la infantería. Para realizar esta tarea bastarán unidades blindadas relativamente débiles. A continuación, la infantería podrá completar el éxito de los tanques….. Resuminos nuestras exigencias en cuanto a un ataque blindado decisivo con las siguientes palabras: terreno adecuado, sorpresa y empleo en masa en la profundidad y la longitud necesarias…."

Heinz Guderian.
Achtung-Panzer!, 1937.

1 comentario:

Joe Peres dijo...

Evidentemente el éxito alemán al inicio de la segunda guerra mundial no fue cuestión de suerte, si no una estrategia madurada y muy bien planteada desde el principio. Una magnífica cadena de mando y siglos viviendo de la guerra.

Básicamente aplastaron a nuestros vecinos del norte sin prácticamente despeinarse.