Otro grupo más regresaba por el portal, y esta vez no habían tenido éxito. La mitad del grupo regresaba herido. Por sus caras no parecía que hubiesen llevado a buen termino su misión.
Un mensajero llego y le entrego un mensaje. Otro problema más. Ya era hora de regresar a su despacho. Mientras andaba por las calles de regreso a su despacho, no podía dejar de pensar en cuantas vidas habían perdido ya. Cuantos elegidos habían sacrificado sus vidas por sus dioses.
Pero ninguna guerra se había ganado sin perdidas, y menos contra el 'mal'. Y ese era el problema, por mucho que los más poderosos magos y adivinos, trabajasen diariamente para saber el alcance del 'mal', a veces no conseguían saber cuanto poder ejercía el 'mal' en ciertos sitios. Así que su deber era decidir a quien enviar a esos lugares. Sus fuerzas no eran ilimitadas así que debía usarlas de la forma mas eficiente. Pero a veces enviaba fuerzas de más, otras de menos. Este ultimo grupo claramente se encontró con fuerzas superiores. Al menos no habían tenido perdidas y quizás habrían conseguido parcialmente su encargo. Tendría que esperar a su reporte para saberlo con seguridad.
Entro en su despacho, donde ya le esperaban los demás magistrados y los jefes de los gremios. Ordeno que trajeran bebida para todos y comenzó la reunión. Uno por uno los jefes de los gremios fueron dando sus reportes. La reunión duro casi hasta el anochecer. El día siguiente también seria largo, tenían nuevas misiones, así que convocaron a los elegidos para primera hora de la mañana siguiente. Mientras él se quedaría de nuevo toda la noche con los demás magistrados preparando las misiones y decidiendo que fuerzas enviar a cada misión.
Un mensaje le llego a mitad de la noche. Los heridos del ultimo grupo estaban estabilizados y no creían que fuesen a morir. Dio gracias a Chi You y envió una nota a los participantes no heridos para que fuesen a su despacho a dar su reporte al día siguiente.
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