martes, 10 de agosto de 2010

Alejandro Magno, demasiado grande para un solo post.

A diferencia que en otras ocasiones, no voy a contaros la vida de este “grande”, pues ya la conoceréis mejor que yo. Alejandro Magno ha sido uno de los personajes históricos que en menos tiempo y con más profundidad ha modificado el curso de la Historia Universal. Entre los que lo han estudiado hay de todo, desde quienes lo idolatran como un genio a quienes lo denostan como un desequilibrado, y eso es así desde que murió, así que imaginad si ha llovido. Personalmente aún no he encontrado en cine ni novela una representación de él que realmente me parezca acertada, y ello probablemente sea por que Alejandro fue un personaje complejo, con altibajos emocionales y cambios de criterio que, genialidad o no aparte, hicieron de él un personaje controvertido que permite por ello numerosas interpretaciones. Cada cual haga la suya, yo personalmente opino que fue un rey normalito, un buen general, un hábil político y un excepcional líder.

¿Qué supuso Alejandro para el pueblo macedonio? Más guerras y cuerpos macedonios comidos por los buitres en Asia. ¿Llevó la riqueza de Oriente a Macedonia? No mucha, diría yo. Por eso no creo que sea destacable su actuación como rey macedonio. El padre de Alejandro, Filipo II, fue un político excepcional que tras su muerte dejó a su hijo un reino sólido y hegemónico en Grecia, con un ejército organizado y experimentado. Alejandro tras su muerte dejó un basto imperio fragmentado y sumido en años de guerras internas. Por eso como rey no lo pasaría de normalito, la lista de beneficios que reportó a su pueblo debe ser muy cortita.

Pienso que Alejandro fue un buen general, pero sin ser un genio de la estrategia. Su principal virtud, creo que fue aprovechar y explotar al máximo la máquina de combate que heredó, especialmente engrasada por unos cuadros de mando muy buenos. Su padre había reorganizado el ejército, reestructurando la falange, rearmándola con la sarissa e instruyéndola perfectamente en la táctica oblicua de Epaminondas. A su vez, esta falange fue complementada con tropas ligeras de cobertura y por unidades de caballería, entre la que destacó la caballería pesada usada para desbordar la línea enemiga. El choque oblicuo de la falange y el desborde de la caballería pesada, llevado a cabo por un ejército experimentado y con un férreo control de mando llevó a Alejandro a la victoria frente al mayor imperio conocido de la época. No quito mérito a Alejandro, ni muchísimo menos, pues como líder fue era el principal responsable de los éxitos, pero creo que debe resaltarse la buena labor de sus subalternos, especialmente cuando sus líneas se abrieron más de lo prudente en alguna batalla, y el pésimo mando táctico de los generales enemigos, fundamentalmente el corredor Darío III, del que Ciro II se sentiría avergonzado.

Considero que Alejandro fue un hábil político, pues muchos de los territorios que conquistó los sometió por la vía política, explotando la fragmentación del imperio aqueménida que se desmoronaba, y asegurando su control al mantener las estructuras internas limitándose a sustituir el poder preexistente. No se si los cambios que llevó a cabo a medida que avanzó hacia oriente fueron fruto de su genialidad como político o de su pérdida o falta de valores. A medida que Alejandro fue avanzando, fue cambiando su propia apariencia, pasando de rey macedonio a faraón egipcio o de libertador del yugo persa a sucesor de la dinastía gobernante. Todos estos cambios fueron alejándolo de sus súbditos griegos, pero sin duda lo acercaron a sus nuevos súbditos orientales, planteando una metamorfosis continua de su persona así como una política de asimilación con oriente.

De lo que no tengo dudas es que Alejandro fue un líder excepcional pues nadie que no lo fuera podría haber llevado sus tropas desde Macedonia a la India, ni mantener el control de estos territorios, ni hacer convivir las fuertes personalidades de sus subalternos. Debió de ser una persona populista capaz de ganarse la confianza de aquellos que lo seguían. Las victorias posteriores facilitaron además esa devoción. Todo ello, sin perjuicio de que fuera capaz de imponer su poder de forma violenta cuando así lo requería la situación.

En definitiva, entre el listado de “grandes” personajes que he preparado, Alejandro el macedonio destaca como uno de los más grandes entre ellos. La época posterior de los diádocos, que tiene su origen inmediato en él, merece de por sí algún post. Pero la conquista de Alejandro no tuvo sólo repercusiones políticas trascendentales, sino también a nivel cultural. Alejandro abrió una puerta a oriente que no sólo sirvió de camino de ida al pensamiento occidental, sino que permitió a la cultura oriental avanzar hacia el oeste dejando su impronta en todos los campos del saber.

3 comentarios:

uno de tantos dijo...

Análisis impecable, sobre todo por saber mirar esas otras facetas y fijarse en las realmente destacadas.

Opino que el gran renombre también pudo deberse a que consiguió mucho (terreno, victorias, ...) en muy poco tiempo, a la par que era el primero en hacer un avance conquistador tan fulgurante. Entre los suyos debía ser el puto amo, y no solo el rey y blabla. Eso y algo de explotación por su parte de los mitos griegos y egipcios lo debieron convirtir en la leyenda viva. En el juego del IIIReich había una maniobra que era "explotación de la victoria". Creo que AM era un gran maestro de ese arte aplicado a las personas. Como dices, debió ser un populista de los buenos.

Sobre si estaba o no chiflado, pues no me extrañaría que algo tocado quedase. Imagínate. En unos pocos años de hijo controvertido de un rey local a dios emperador de medio mundo conocido. Menudo impacto emocional. Las estrellas de rock actuales se vuelven turuletas con el éxito, imaginate este que era casi un crío cuando alguno de sus más grandes logros (sin entrar en que la madurez se alcanzase antes en aquella época).
Además muchos personajes con personalidad y carisma desbordantes, como parece AM, suelen estar previamente algo tocados del ala y ser un poquito histriónicos. Hay una corriente de la psicología que se dedica a hacer perfiles a personajes históricos, aunque se escapa del ámbito del blog.

Buen postio.

Dagoberto Dar Siddion dijo...

Muy acertado. Yo ante todo veo a Alejando Magno como un pragmático. Es lo que tiene ser discípulo directo de Aristóteles--su preceptor. Para muestra seguro que todos conocéis la solución que dio al asunto del nudo gordiano...

Joe Peres dijo...

Muy buena entrada, como todas la de esta serie. Yo siempre he pensado que Alejandro estaba mal de la cabeza, básicamente porque hay que estarlo para hacer lo que hizo, o bien ser un psicópata de los buenos.

Estoy de acuerdo en que en realidad no hizo nada por su país, sólo llevarle muertos.